viernes, 6 de noviembre de 2009

El velo islámico

El velo islámico es una prenda que es extraña a nuestras costumbres occidentales, pero no es más que una prenda. Tiene connotaciones culturales que pueden producir un cierto rechazo. No en vano nuestro continente europeo ha batallado contra el Islam durante siglos. No debe existir un derecho universal a su uso, como no existe derecho a usar cualquier prenda en cualquier situación: piénsese en los uniformes que han de vestir múltiples trabajadores. Tampoco debe existir una prohibición de su uso en cualquier situación. Es como si se prohibiese el uso del sombrero. Algunos atuendos sí deben estar prohibidos, por razones de seguridad. Fuera de un carnaval, nadie puede ir por la calle con su rostro oculto por una máscara. Pero el velo que no tape el rostro no crea problema alguno.
A veces se argumenta que el velo islámico es un símbolo de la represión de la mujer. Lo es, pero lo único que debe hacer una sociedad libre es asegurarse de que la gente no es coaccionada a hacer lo que no desean. Por supuesto, si una mujer se casa con un musulmán, probablemente éste la presione para que se amolde a sus costumbres. Pero ella puede decidir no casarse con él, resistirse o divorciarse. Será difícil para ella, pero ése es su problema, no el nuestro. En cuanto a las niñas, no debe intentarse nada, porque sería inútil. Es mejor esperar a que entren en la mayoría de edad y decidan por sí mismas. El adoctrinamiento de los hijos está presente en todos los ámbitos de la vida y en todas las religiones. Es algo natural y nada puede hacerse al respecto.

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